¿Cómo empezaste a trabajar en el Grupo EULEN?
Empecé a trabajar el 15 de marzo de 2004, nunca se me olvidará esa fecha, por los acontecimientos que días antes sucedieron en Madrid. Venía de una empresa de limpieza muy pequeña de nueva creación dónde no fue fácil durante los dos años que estuve.
Entrar en el Grupo EULEN, una empresa tan grande y tan importante, era un gran reto para mí. Mi primera oportunidad surgió en el departamento de Compras cubriendo una baja maternal. Por aquel entonces el director era José María Bargueño y junto con Juan Pérez, que era el entonces jefe de sección, me brindaron la oportunidad y siempre les estaré agradecida. Desde entonces, varios han sido los puestos y departamentos que a lo largo de estos casi 15 años he asumido, dónde no todo ha sido un camino de rosas.
¿Cuál ha sido tu recorrido en nuestra empresa?
Estuve durante algunos años en varias secciones distintas dentro del departamento de Compras (vehículos, proveedores…), dónde siempre me sentí muy arropada y de cuya época guardo un especial cariño. Fue dónde empecé a madurar y de dónde, por avatares del destino, me tuve que mover.
Dentro del mismo Área Económico-Financiero, y gracias a José Luis Bilbao, a quien tengo mucho aprecio, pase a formar parte del equipo de cobros de clientes que se estaba creando en aquella época dónde después de varios años, me decidí a darle un giro a mi mundo laboral y pasar a formar parte del departamento de Marketing y Comunicación y del de I+D+i, que es dónde estoy actualmente. En estos, y en especial en este último, ha sido dónde he podido desarrollarme más profesionalmente, tener otra visión del negocio y dónde han creído y luchado por mí, porque la trayectoria, el conocimiento y el trabajo sean reconocidos.
¿Crees que ser mujer te ha condicionado en tu trabajo?
Creo que no, no me ha condicionado. Me sorprende más que en el mundo en el que vivimos asocien la capacidad intelectual y profesional de cada persona a los estudios que cada uno posee y no a la aptitud, experiencia y otras competencias adquiridas.
Ser administrativo en algunos momentos no ha sido fácil, me he encontrado con gente que me ha puesto algunas zancadillas, que me ha hecho sentir inferior en algunos aspectos pero nunca por el hecho de ser mujer, más bien ha sido un tema de educación y respeto.
Y la maternidad y el trabajo, ¿cómo lo has vivido?
La verdad es que después de incorporarme los primeros días fueron difíciles. Mi hija era muy pequeña todavía y después de un periodo en el cual estuvo con los abuelos, a los 8 meses se incorporó ya a la guardería y el primer año fue bastante difícil porque no hay “itis” (otitis, laringitis, gastroenteritis...) de la que se libren. Cogen absolutamente todo y por consiguiente los padres lo cogen por duplicado. Conciliar esos momentos no es fácil, ser madre es para toda la vida y a su vez el trabajo tiene que salir, tienes que seguir adelante, pero al final los meses y años pasan afortunadamente y es más fácil sobrellevar esa parte.
¿Te resulta fácil conciliar tu vida personal y laboral?
Por desgracia hoy en día sigue siendo difícil. Aunque en el Grupo EULEN tenemos bastantes medidas que ayudan, los horarios tanto escolares como laborales distan todavía de poderse conciliar. Mi hija está 10 horas en el colegio y sólo dispongo de dos horas al día para poder disfrutar de ella y con tan sólo 5 años le cuesta entenderlo. Por las mañanas está en el servicio de madrugadores, donde desayuna con sus compañeros, y por las tardes en extraescolares, dónde igualmente siguen jugando, pero al llegar a casa quiere también disfrutar de sus padres. Sin embargo, los horarios mandan y al final entre baños y cenas no da tiempo para mucho más.
Dentro del calendario escolar, disponen además de días sueltos no lectivos que son difíciles de conciliar y al final siempre tienes que tirar de abuelos, familia, campamentos, con el sacrificio económico y personal que ello conlleva. Laboralmente se puede solventar cogiendo días vacacionales que te van restando.
Al final te das cuenta que el tiempo pasa muy rápido y que realmente, fuera de los fines de semana, has disfrutado de tu hijo un total de 26 días laborales y en el mejor de los casos de 14 días festivos en un año. No nos damos cuenta que el tiempo que dejamos atrás no va a volver y, aunque eres consciente, necesitas seguir trabajando porque al final nadie te regala nada.
Sin embargo, y a pesar de todo, la conciliación ha mejorado mucho en los últimos años aunque todavía quedan cosas por hacer.
¿Notas diferencia entre trabajar con mujeres y con hombres?
Muchísima diferencia. Sin generalizar porque cada mujer puede tener su opinión y yo simplemente comparto la mía, pero entre nosotras somos más críticas, más exigentes. Nos cuesta más reconocer las cualidades, ver las cosas entre nosotras cuando se comparte un entorno laboral común, cuando se trabaja codo con codo, pero a su vez también somos más tolerantes en lo que a la conciliación familiar se refiere.
También quiero decir que hay grandes mujeres compañeras. Por mi puesto, por suerte, conozco a muchas personas dentro de la compañía, con las que hablo casi a diario, mujeres estupendas y maravillosas, cada una con una historia singular y hacia las que siento una simpatía especial y admiración, son unas luchadoras.
Los hombres en ciertos aspectos suelen ser más nobles, saben reconocer mejor las aptitudes de cada uno, muestran un respeto especial hacia nosotras por distintos motivos, admiración… pero también son más reservados.
Has tenido superiores de ambos géneros, ¿crees que es distinto el liderazgo femenino?
Sólo puedo hablar desde mi experiencia y sí es muy distinto, no sé si es el género o la persona pero he tenido superiores muy diferentes.
¿Qué debería cambiar en la sociedad para que las mujeres tengan un papel más protagonista? ¿Y en el mundo empresarial?
Poco a poco el mundo se va adaptando al nuevo rol de la mujer, hace unos años, parece muy lejano pero no lo es tanto, la mujer era raro que trabajase por cuenta ajena, iba más enmarcado con el cuidado de los hijos y la casa. Hoy en día, ambos, tanto hombres como mujeres, están más equiparados. Las mujeres realizan ya una gran aportación económica en casa y los hombres se van adaptando a las labores del hogar, “la cosa es de dos”.
El Grupo EULEN es una clara adaptación, nuestra presidenta ejecutiva es una mujer y también contamos con un gran número de directivas tanto en nuestras oficinas centrales como en zonas y a su vez también con mujeres que ocupan distintos cargos de peso y de no tanto peso. Poco a poco la mujer, por su trayectoria, esfuerzo, trabajo y constancia va asumiendo más papeles protagonistas y con toma de decisiones importantes. Pero todavía quedan algunos escollos en el camino. Es muy raro encontrarse a una mujer directiva o con cierto cargo con reducción de jornada, parece que aún no se compatibiliza mucho la vida laboral y profesional en ese sentido y en determinados niveles, aunque nos encontramos en el buen camino.
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